Desde la Capital del Inseguridad, sucursal del cielo, he querido rendir un sincero Homenaje a Domingo Carrasquero Ordaz, Tacarigüero Ilustre, Poeta de la Rinconada de Tacarigua, del Pozo e´la Vieja, del Conchal y la Vajaíta de Carías, del Molino de Viento, de los Andes, El Cerro Pelón de Mureche a Muere Sol, el de los Zapatos Maqueros que se ponía Simón Guerra
El texto es una entrevista publicada en el Sol de Margarita por la Periodista Yanet Escalona, del cual Domingo hace gala de su idiosincrasia Tacarigüera.
Verbo de Domingo Carrasquero aflora entre décimas, poemas y relatos
“Ya ni a la Virgen del Valle le van a dar un saludo/ y el turista anda desnudo/paseándose por sus calles/fíjate en este detalle/hay mucho ladrón ahorita/malandros y señoritas/cuya honradez se descarta/ y hasta una “Miss Nueva Esparta”/ que ni ha visto a Margarita”.
El tacarigüero Domingo Carrasquero es un hombre polifacético, creador de décimas, poesía y narrativa, aparte de su formación en ciencias matemáticas. Nace en el barrio El Conchal, de Tacarigua, el 6 de agosto de 1944. Actualmente reside en la urbanización Nueva Tacarigua, desde donde atrapa con su mirada la delineada silueta de una verde serranía que sobrevive al fenómeno “El Niño” y su sequía inclemente.
-¿Cómo ve a su Tacarigua natal?
Este es un pueblo tranquilo que conserva sus tradiciones. En 1993 hicimos un censo con la misma gente de aquí que determinó que el 29,1% de sus habitantes son profesionales universitarios. El segundo censo, con apoyo de la Universidad de Oriente (UDO) en 2009, eleva dicho segmento a 30,2%. Tacarigua en la actualidad tiene 2 mil 224 pobladores y el porcentaje mencionado demuestra que es tierra pródiga en cultura y formación. Carrasquero se enorgullece de estar en ese listado. “Aun cuando para trabajar hay que salir del pueblo. Emigrar, porque aquí no hay fuente de trabajo”, dijo.
¿Es posible lograr una Tacarigua productiva, generadora de empleos?
A mí me gusta hablar en términos conceptuales. Por ejemplo, cuando nos referimos al Puerto Libre o Zona Franca concluimos que lo único que han solucionado es el desempleo, pero no genera valor. Solamente compramos un producto traído de fuera y lo vendemos. El margariteño no es el principal beneficiario. Opino que Tacarigua sería productiva en la creación de fábricas. Tenemos bastantes terrenos disponibles para ello y hay que planificarlo. Para crecer tenemos dos fallas: la escasez de agua y la carencia de cloacas. Desde hace dos años y medio se colocó un tanque en el Portachuelo y aún no está operativo.
Aparte de la necesaria crítica hacia la Margarita que quiere ver crecer próspera, Carrasquero genera dentro de ella décimas y canciones, como el afamado tema “Los zapatos maqueros”. Efraín Subero en un artículo publicado en este diario en el año 2001 escribió: “Lo curioso de esta letra es que tiene la enorme importancia histórica de haber iniciado en la Isla la canción de protesta. Es que en su origen fue una Carta a José Ramón Villarroel (El Huracán del Caribe) (...) y así en verdad se tituló. Miguel Serra (Cuerdas Espartanas) tuvo el tino (...) de popularizar sólo cuatro décimas de las siete que consta la versión original”. Una de ellas es: “Ya los zapatos maqueros/que se ponía Simón Guerra/los desprecian en mi tierra/por comprar los extranjeros/ nos venden hasta sombreros/hechos por los portugueses/ Mi compai ¿qué le parece?/la gente ni va al Castillo/por comprar los calzoncillos/ que nos venden los franceses”.
Carrasquero piensa que las cosas íntimas de su ser “salen en forma de palabras y sólo requieren un lápiz y un papel para escribirlas y sentirlas. Se escriben y permanecen donde están y como están... Sin maquillaje. Han venido “como río en conuco”.
Pedro Manuel Quijada Gil
quijadap@gmail.com
http://twitter.com/quijadap
martes, 13 de abril de 2010
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